que yo te he hecho, mujer, agua clara,
en este día quisiera tomar ahora
el dolor que me atesora,
la luz que regala el día, se me ha vuelto noche
cuando pienso en tu querer.
Los versos como puñales se me clavan en el alma
cuando empiezo a recordarte todo se me pone mal...
Soy sólo una espina ruda que llorando te recuerda
y que le dice al viento libre, "Yo siempre te voy a amar".
Sin frases el pensamiento te dice cuando te miro
"Eres reina de mis reinos, el querer de mi querer,
la flor blanca de la rosa, la miel que endulza mis días,
el amanecer de mi ventana que siempre me siento a ver."
Tú no debes perdonarme, es el colmo lo que he hecho.
Traicioné a mi amor divino que me daba un querer
cuando pases por mi casa piensa bien lo que yo hice
y hazle entender al corazón, no me quiere volver a ver.
Así pasarán los años, no sabrás lo que te espera
vida hermosa, te deseo lo mejor que pueda ser
no volveré a molestarte; de mí te habrás olvidado
y a tu hijo, entre tus brazos, le regalarás querer
mientras, yo estaré esperando un perdón que dé tu alma.
Como una llama, disparada, vaya directo a mi ser; yo, soñando imposibles,
yo, soñando allí, contigo, las estrellas en el cielo
me dirán si has querido de verdad, en este día,
nunca más volverme a ver.