sábado, 31 de mayo de 2008

Momentos...

Hechos... La Revista.



Adentrado en mi locura, pensando este martirio de todas las cosas malas

que yo te he hecho, mujer, agua clara,

en este día quisiera tomar ahora

el dolor que me atesora,

la luz que regala el día, se me ha vuelto noche

cuando pienso en tu querer.



Los versos como puñales se me clavan en el alma

cuando empiezo a recordarte todo se me pone mal...

Soy sólo una espina ruda que llorando te recuerda

y que le dice al viento libre, "Yo siempre te voy a amar".



Sin frases el pensamiento te dice cuando te miro

"Eres reina de mis reinos, el querer de mi querer,

la flor blanca de la rosa, la miel que endulza mis días,

el amanecer de mi ventana que siempre me siento a ver."



Tú no debes perdonarme, es el colmo lo que he hecho.

Traicioné a mi amor divino que me daba un querer

cuando pases por mi casa piensa bien lo que yo hice

y hazle entender al corazón, no me quiere volver a ver.



Así pasarán los años, no sabrás lo que te espera

vida hermosa, te deseo lo mejor que pueda ser

no volveré a molestarte; de mí te habrás olvidado

y a tu hijo, entre tus brazos, le regalarás querer

mientras, yo estaré esperando un perdón que dé tu alma.



Como una llama, disparada, vaya directo a mi ser; yo, soñando imposibles,

yo, soñando allí, contigo, las estrellas en el cielo

me dirán si has querido de verdad, en este día,

nunca más volverme a ver.



Paredes, Raúl. 3º A Eco