viernes, 20 de junio de 2008

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Para los chicos y los no tan…



¡Vale por sus valores!
La saga que hizo furor en los cines, “Shrek 1-2-3”, trata de una historia animada, que mezcla los personajes de todos los mundos de fantasía de Disney ya conocidos (Blancanieves y los siete Enanitos, La Bella Durmiente, Caperucita Roja, Pinocho, El Gato con Botas, entre muchos otros personajes más). Estas tres películas esconden, detrás de su imagen de película “infantil”, un mensaje totalmente contrario a todos aquellos encontrados en demás fantasías animadas.

La historia fue dirigida para los chicos, en un principio pareciera ser así, pero cuando se la analiza, se llega a la conclusión de que es más para un público como los adolescentes y los adultos; ya que los temas que trata son reflejo del adolescente de hoy en día. Pero ¿qué nos quiso decir Andrew Adamson con el ogro y la princesa; con el burro, que podría haber sido un corcel? El tema principal a destacar en Shrek, es el planteo de dónde radica la belleza, si se puede ser feliz a pesar de no ser bello, si eso nos limita en algún sentido en nuestros logros personales, nuestras metas; y de ser uno mismo como es, no querer ser otra persona.
Cuando se analiza desde este punto, Shrek es un fenómeno entre el resto de los éxitos infantiles. Con un final feliz, como todo cuento de fantasía, termina la historia con la diferencia de que los protagonistas, Shrek y Fiona, deciden vivir feos por siempre, teniendo la certeza de que serán igualmente felices.

Alexis García, egresado 2007